El cuidado del microcemento es sencillo, bastan unos sencillos pasos para mantener el revestimiento como el primer día.

Los mayores riesgos se dan durante los dos días posteriores a la finalización de la aplicación, en los que se aconseja no pisarlo. La semana posterior puede transitarse un suelo con mucho cuidado. Durante el primer mes se recomienda prestar especial atención para no arrastrar muebles, dejar caer objetos puntiagudos y caminar con tacones. Esto se debe a que el microcemento va alcanzando su dureza máxima en este periodo.

Una vez completado el proceso de endurecimiento del material, sus cuidados se simplifican enormemente. La limpieza es muy similar a la de un suelo de madera natural: se debe realizar con agua y jabón neutro, evitando lo posible el encharcamiento del suelo. No es recomendable la utilización de productos agresivos como lejía o disolvente sobre el revestimiento.

Cada cierto tiempo se pueden utilizar ceras de mantenimiento, depende del tránsito que tenga la superficie. Existen varias posibilidades en el mercado, tanto de uso profesional como de uso doméstico, así que se puede optar por un proceso de encerado experto o hacerlo uno mismo.